Tesa, con sus ojos llenos de historias y manos que han bailado con incontables materiales a lo largo de los años, es el pilar de una tradición que se ha ido transmitiendo de generación en generación. Sus dedos, aunque marcados por el tiempo, muestran una destreza asombrosa cuando moldean la porcelana, seleccionan perlas centelleantes o incrustan brillantes meticulosamente. Cada movimiento lleva consigo el legado de técnicas que su madre usó antes que ella.

A su lado, me encuentro yo, Bren, crecí entre el revuelo de flores de tela, destellos de cristal y diseños que hablan de un pasado elegante y un presente innovador. Mis ojos, heredados de Tesa pero con una chispa de rebeldía moderna, ven más allá de lo tradicional, fusionando viejas técnicas con visiones contemporáneas.

Juntas, madre e hija, nos complementamos y formamos un equilibrio entre lo clásico y lo moderno. Cada accesorio nupcial que sale de nuestras manos, ya sea un diseño listo para entregar o una pieza personalizada, es creado con amor y pasión, siendo testimonio de la rica tradición que nos une y de la promesa de llevarla adelante, honrando el legado que comenzó con mi abuela.